El otro día hablaba con un empresario en una sobremesa. Veo a esta persona de cuando en cuando, cada cuatro o cinco meses, más o menos. Es arquitecto, músico y además viaja mucho, tiene sensibilidad para descubrir aspectos que a cualquiera le pasarían inadvertidos. En mis conversaciones con él, disfruto por lo que aprendes: Te muestra otra cara del mundo o al menos otra manera de enfrentar las realidades cotidianas.
En aquella conversación, cortando el tema que manteníamos, me preguntó: Jaime ¿cuál es la diferencia entre un gasto y una inversión? A mí como hombre de empresa y profesor de cuestiones de economía, me debería resultar algo simple de responder, aunque me daba cuenta de que lanzaba la cuestión buscando algo más. Esa misma pregunta os lanzo a los que leáis esto ahora, ¿cuál es la diferencia?
Muchas veces pensamos es inversión por el tiempo que durará después aquello a lo que hemos dedicado esfuerzo –tiempo, dinero, etc.- por conseguir: una casa, unos estudios, el tiempo dedicado a los hijos, los amigos... no son un gasto, porque la meta está más allá.
Si se abandona la construcción de una casa, todo lo que se ha puesto allí se convierte en un gasto. Si se dejan unos estudios a medias, todo el tiempo dedicado ha sido, en la mayoría de los casos, tiempo perdido. Cuando perdemos de vista la meta o la consideramos inaccesible y abandonamos, todo nuestro esfuerzo pasa de ser de una inversión a un gasto o, aún peor, una pérdida. Y esto en todos los aspectos de la vida. Los amigos, los hijos, el trabajo, la familia, y la fe y la vida cristiana.
¿Cuál es el secreto? Las inversiones dejan de ser tales, cuando se pierde la esperanza, y entonces pasan a ser gasto, pérdida, algo de inmediato consumo que no sabe mirar más allá.
La Esperanza en lo humano –y lo pongo en mayúscula- es imprescindible, y en lo divino es fundamental. En Navidad celebramos que nace nuestra ESPERANZA. Para eso tratamos de acercarnos al Belén, buscando iluminar nuestra esperanza del Cielo que nos nace.
La esperanza también es la virtud que ilumina la juventud. Por ello da pena la gente –jóvenes y también mayores–, que se gastan, malbaratando su vida, al perder la esperanza.
La juventud no va con la edad, es algo más, es la capacidad de ilusión y entrega. Por eso Dios es joven, especialmente en Navidad, es Él el primero que ha invertido en la Humanidad y tiene esperanza en nosotros. Dios sigue invirtiendo cada Navidad, en cada ser humano al que se le acerca como hermano, en cada cristiano que se empeña en reflejarle con su vida, en tantas ocasiones... porque sigue teniendo esperanza en nosotros y no se cansa de acercarse.
Lo nuestro es poner nuestro granito de arena en hacer cada día una pequeña inversión. Seguir. Quizás sea bueno en estas fechas pensar si realmente vamos invirtiendo y hacemos que nuestra Navidad dure todo el año, día a día.
En aquella conversación, cortando el tema que manteníamos, me preguntó: Jaime ¿cuál es la diferencia entre un gasto y una inversión? A mí como hombre de empresa y profesor de cuestiones de economía, me debería resultar algo simple de responder, aunque me daba cuenta de que lanzaba la cuestión buscando algo más. Esa misma pregunta os lanzo a los que leáis esto ahora, ¿cuál es la diferencia?
Muchas veces pensamos es inversión por el tiempo que durará después aquello a lo que hemos dedicado esfuerzo –tiempo, dinero, etc.- por conseguir: una casa, unos estudios, el tiempo dedicado a los hijos, los amigos... no son un gasto, porque la meta está más allá.
Si se abandona la construcción de una casa, todo lo que se ha puesto allí se convierte en un gasto. Si se dejan unos estudios a medias, todo el tiempo dedicado ha sido, en la mayoría de los casos, tiempo perdido. Cuando perdemos de vista la meta o la consideramos inaccesible y abandonamos, todo nuestro esfuerzo pasa de ser de una inversión a un gasto o, aún peor, una pérdida. Y esto en todos los aspectos de la vida. Los amigos, los hijos, el trabajo, la familia, y la fe y la vida cristiana.
¿Cuál es el secreto? Las inversiones dejan de ser tales, cuando se pierde la esperanza, y entonces pasan a ser gasto, pérdida, algo de inmediato consumo que no sabe mirar más allá.
La Esperanza en lo humano –y lo pongo en mayúscula- es imprescindible, y en lo divino es fundamental. En Navidad celebramos que nace nuestra ESPERANZA. Para eso tratamos de acercarnos al Belén, buscando iluminar nuestra esperanza del Cielo que nos nace.
La esperanza también es la virtud que ilumina la juventud. Por ello da pena la gente –jóvenes y también mayores–, que se gastan, malbaratando su vida, al perder la esperanza.
La juventud no va con la edad, es algo más, es la capacidad de ilusión y entrega. Por eso Dios es joven, especialmente en Navidad, es Él el primero que ha invertido en la Humanidad y tiene esperanza en nosotros. Dios sigue invirtiendo cada Navidad, en cada ser humano al que se le acerca como hermano, en cada cristiano que se empeña en reflejarle con su vida, en tantas ocasiones... porque sigue teniendo esperanza en nosotros y no se cansa de acercarse.
Lo nuestro es poner nuestro granito de arena en hacer cada día una pequeña inversión. Seguir. Quizás sea bueno en estas fechas pensar si realmente vamos invirtiendo y hacemos que nuestra Navidad dure todo el año, día a día.
"No solo es un consejo"
¡Encuentra las mejores recetas
con Yahoo! Cocina!
http://mx.mujer.yahoo.com/cocina/
1 comentario:
[url=http://www.ganar-dinero-ya.com][img]http://www.ganar-dinero-ya.com/ganardinero.jpg[/img][/url]
[b]La mejor web sobre ganar dinero[/b]
Hemos encontrado la mejor guia en internet de como ganar dinero internet. Como fue de utilidad a nosotros, tambien les puede ser de interes para ustedes. No son unicamente metodos de ganar dinero con su pagina web, hay todo tipo de metodos de ganar dinero en internet...
[b][url=http://www.ganar-dinero-ya.com][img]http://www.ganar-dinero-ya.com/dinero.jpg[/img][/url]Te recomendamos entrar a [url=http://www.ganar-dinero-ya.com/]Ganar-dinero-ya.com[/url][url=http://www.ganar-dinero-ya.com][img]http://www.ganar-dinero-ya.com/dinero.jpg[/img][/url][/b]
Publicar un comentario